Ayuno intermitente
El ayuno intermitente se ha convertido, en los últimos años, no solo en un patrón nutricional muy utilizado - la propia Elsa Pataky contaba que tanto ella como Chris Hemsworth lo practicaban - si no también en cuestión de debate.
La realidad es que, aunque puede no ser un patrón que se adapte a todo el mundo, sí que parece proporcionar más beneficios para la salud además del simple hecho de ayudarnos a cuidar nuestro peso. Estos son algunos beneficios sobre el ayuno intermitente que han encontrado hasta ahora los diferentes estudios científicos al respecto.
Reduce el envejecimiento celular
Mantener una buena salud celular es clave no solo para envejecer de manera más saludable - y lenta - si no también para reducir el riesgo de padecer algunas enfermedades. Tal y como indica una investigación realizada por la facultad de medicina de la Universidad John Hopkins y publicada en la revista New England Journal of Medicine, el ayuno intermitente podría mejorar dicha salud celular.
Según estos investigadores, esta mejora celular podría influir en la regulación de azúcar, aumentar la resistencia al estrés y reducir la inflamación.
Puede aliviar los síntomas de la esclerósis múltiple
Aunque se trata de una enfermedad que, a día de hoy, no tiene cura, los esfuerzos se centran en conseguir que los síntomas afecten lo mínimo posible a las personas que la padecen y ayudarles a mantener una buena calidad de vida el mayor tiempo posible. Una investigación realizada por la Universidad de Baltimore encontró en 2018 que practicar el ayuno intermitente podía ayudar a reducir los síntomas en muy poco tiempo - unos dos meses -.
Reduciría el riesgo de enfermedades cardiovasculares y metabólicas
Este mismo año, en la revista Science se ha publicado una revisión muy extensa de los últimos estudios sobre ayuno intermitente. Entre otras cosa,s han encontrado que los resultados avalan una posible influencia del ayuno intermitente en la reducción de factores de riesgo relacionados con enfermedades cardiovasculares, así como metabólicas. No solo eso, sino que podría, incluso, revertir algunas de las consecuencias ya provocadas por estas.
Mejoras en la neuroplasticidad cerebral
Una buena neuroplasticidad cerebral permite, entre otras cosas, que las neuronas se regeneren anatómica y funcionalmente. De esta manera facilita que se formen nuevas conexiones sinápticas. Es decir, una buena neuroplasticidad influirá en la salud de nuestro cerebro. Una investigación publicada en PubMed encuentra que el ayuno intermitente podría ayudar a mejorar dicha neuroplasticidad.
Mejor sensibilidad a la insulina
La hormona de insulina es absolutamente necesaria para nuestra supervivencia ya que es parte importante de conseguir que nuestras células dispongan del aporte de glucosa necesario. Sin embargo, nuestra sensibilidad a esta hormona puede cambiar por diferentes causas y cuando no tenemos una sensibilidad adecuada podemos secretar más insulina de la que las células realmente necesitan.
El deporte y una alimentación saludable pueden ayudar a mantener una buena sensibilidad a la insulina. Y aquí podría entrar también el ayuno intermitente. Una investigación publicada en 2018 encuentra que seguir este plan nutricional podría ayudar a mejorar la sensibilidad a la insulina incluso cuando no se da una pérdida de peso.
Podría aliviar síntomas de depresión
Las investigaciones respecto al ayuno intermitente y la salud mental son pocas y muy preliminares, pero algunas de ellas señalan que podría mejorar los síntomas de depresión. En un estudio realizado en ratas encontraron que tenía un efecto similar a los antidepresivos, pero debemos tener en cuenta que es un estudio en animales.
En el caso de los seres humanos, se han hecho estudios relacionados con el Ramadán en los que se han encontrado mejoras en los síntomas de depresión después de los periodos de ayuno. ¿Quiere esto decir que el ayuno intermitente ayuda a aliviar la depresión? Todavía no está claro, pero hay motivos para pensar que podría ser y seguir investigando.
Además de esto, el ayuno intermitente ayudaría a mejorar la salud intestinal y a reducir la inflamación así como a regular los niveles de la proteína FNDC (Factor neurotrófico derivado del cerebro), todos ellos relacionados con la depresión.